La vida es lo primero. Sin vida no hay otros derechos, no hay esperanzas, ni futuros.
El cuidado de cada vida es el cuidado de un presente y, sobre todo, el cuidado de un futuro.
La Iglesia se compromete en el cuidado de cada vida desde su concepción hasta su muerte natural. En cada circunstancia de la vida, la Iglesia está para lo que haga falta: compañía, protección, atención, alimentación.
Ese compromiso se manifiesta en las personas que entregan su vida para cuidar la familia y la vida. Lo hacen en centros para la defensa de la familia y de la vida; en centros para la asistencia a niños, a menores, a jóvenes, o a mujeres. En estos centros encuentran atención básica de apoyo a sus necesidades materiales y también acompañamiento humano y espiritual.
Porque cada vida importa. Porque en el presente de cada vida está el futuro de la humanidad.
Cada vida importa.
En el presente de cada vida está
el futuro de la humanidad.
¿Cómo lo hacemos?
La Iglesia cuenta con 205 centros para la defensa de la vida y de la familia en los que han sido atendidas 74.631 personas.
Las familias que lo necesitan encuentran en estos centros un lugar donde son acogidas y acompañadas por un equipo de profesionales en los distintos ámbitos que afectan al matrimonio y la familia: orientadores familiares, psicólogos, pedagogos, trabajadores sociales, sexólogos, médicos, juristas, moralistas y sacerdotes. El objetivo, ofrecer un atención especializada para poder afrontar los problemas de las familias en todas sus dimensiones.
También se cuenta con otros centros y proyectos que prestan una atención especial a las necesidades de padres y madres en dificultades, en situaciones de crisis, con menores a su cargo, o en situaciones desfavorables como las madres solas o gestantes.
205 centros para la defensa de la vida y de la familia
74.631 beneficiarios
Mujeres solas o con hijos, en dificultad social, que han sufrido algún tipo de exclusión, explotación, trata, víctimas de violencia o exprostitutas, son las destinatarias principales de los programas y centros para promoción de la mujer que la Iglesia atiende.
A través de estos centros y programas de atención y promoción de la mujer, se ofrece acompañamiento, orientación y distintos tipos de ayuda, como material, psicológica, y jurídica y laboral.
¿Dónde están estos centros?
La Iglesia también está presente en la atención a menores y jóvenes. De hecho, durante el año 2022, los centros de atención centrados en ellos han sido los más numerosos, solo por detrás de los centros para mitigar la pobreza y los centros para promover el trabajo.
En estos centros se atiende principalmente a los colectivos de infancia y juventud en riesgo para contener el peligro de caer en la exclusión.
381 centros de menores y jóvenes y otros centros para tutela de la infancia
55.451 beneficiarios
Fuente: Memoria anual de actividades de la Iglesia Católica en España 2022