Coria, 4 de octubre de 2024 — Hoy se ha celebrado la primera reunión arciprestal del curso en el Arciprestazgo de Coria, donde se han abordado varios temas relevantes para la coordinación pastoral y el fortalecimiento de la comunidad eclesial. La jornada, caracterizada por un espíritu de fraternidad y cooperación, comenzó con la presentación del nuevo sacerdote del arciprestazgo, Emigdio, quien fue recibido con calidez por sus compañeros.
Aprobación de actas y planificación del curso pastoral
Tras las palabras de bienvenida y la oración, se procedió a la lectura y aprobación de las actas anteriores, lo cual permitió poner en orden las decisiones y compromisos pendientes. Posteriormente, se delineó el calendario de reuniones arciprestales para el curso 2024-2025, que se llevarán a cabo los primeros jueves de cada mes.
Programación del curso: a la espera del Plan Pastoral diocesano
Uno de los puntos centrales de la reunión fue la programación del curso, la cual quedó supeditada a la publicación del Plan Pastoral diocesano. Sin embargo, se enfatizó la importancia de recordar el objetivo elegido el año pasado a nivel arciprestal: promover el voluntariado en niños y jóvenes como parte del proceso de iniciación cristiana. Se delineo la pastoral arciprestal desde los acontecimientos eclesiales del 2025, a saber, Congreso de Vocaciones y Jubileo 2025. Se adoptó como lema motor de la pastoral “Semillas de esperanza”, como prolongación de las semillas que se distribuyeron en el Primer Encuentro Arciprestal en Zarza la Mayor.
Se destacó la necesidad de trabajar en el borrador de la iniciación cristiana diocesano, que sea discutido en diferentes instancias, desde el consejo pastoral arciprestal hasta las comunidades parroquiales, para lograr una sensibilización global. Esta línea de trabajo se consolidará como el eje de la convivencia arciprestal que tendrá lugar a final de curso, donde se espera una activa participación de todos los agentes pastorales.
Reflexión sobre la comunión fraterna
La reunión también incluyó un espacio de reflexión guiado por el cuadernillo de la Comunión Fraterna, bajo el lema «VER». Entre las cuestiones planteadas, se invitó a los presentes a analizar la fraternidad entre los sacerdotes. También se interrogó sobre la posible presencia del “mal de clausura”, una tendencia a encerrarse en uno mismo sin abrirse a la fraternidad.
Coordinadoras arciprestales y Plan estratégico de Cáritas
En el ámbito de la catequesis, se informó sobre el Encuentro Diocesano de Catequistas que se celebrará el próximo 26 de octubre en Calzadilla. En cuanto a Cáritas, se expuso los puntos abordados en la última reunión del Consejo Diocesano, subrayando la elaboración de un plan estratégico y la necesidad urgente de un relevo generacional para asegurar la continuidad del servicio social.
Fondo arciprestal para actividades comunes
El representante financiero del arciprestazgo presentó el estado de cuentas y se acordó la creación de un fondo específico para gastos pastorales y actividades comunes. A partir de la próxima reunión, se definirán los fines a los que se destinará este fondo, cuyo número de cuenta ya se encuentra disponible para las aportaciones de las parroquias.
Pastoral vocacional y el Sínodo Universal
El encuentro también abordó la pastoral vocacional, con una invitación del rector del seminario a organizar una reunión específica para tratar el futuro de las vocaciones. Además, se reiteró la importancia de seguir trabajando en la dinámica sinodal que marcará la agenda eclesial de los próximos años.
Prácticas de sustitución en las parroquias
Finalmente, se dedicó un tiempo a organizar un sistema para cubrir las ausencias de los sacerdotes en sus respectivas parroquias, especialmente en momentos de enfermedad, vacaciones u otras circunstancias. Se acordó que el sacerdote responsable de la sustitución deberá comunicar las necesidades a tiempo y coordinar con el resto de sus compañeros.
Próxima reunión y convivencia fraterna
La próxima reunión tendrá lugar el 31 de octubre, jueves, en Holguera. Como broche final, la jornada concluyó con una comida fraterna, en la que los sacerdotes del arciprestazgo pudieron compartir un momento distendido y fortalecer lazos de amistad y colaboración.
Con un programa cargado de retos y una clara llamada a la comunión y la corresponsabilidad, el Arciprestazgo de Coria asume el curso pastoral con la mirada puesta en el servicio y la evangelización, confiando en la fuerza de una comunidad unida y comprometida.