El domingo 6 de octubre, el Seminario Diocesano de Cáceres fue el escenario de la apertura del curso pastoral de la diócesis de Coria-Cáceres. Bajo el lema «Peregrinos de la esperanza en Coria-Cáceres», el evento congregó a miembros de las parroquias de toda la diócesis de Coria-Cáceres.
Por segundo año consecutivo, la apertura del curso pastoral se celebró de manera unificada para toda la Diócesis. Esta vez, la sede elegida fue Cáceres. El objetivo es simbolizar la unidad y la colaboración entre todos. El obispo de Coria-Cáceres, Jesús Pulido, presidió el evento, acompañado por el vicario de Evangelización y Pastoral, Ángel Martín Chapinal.
Este curso será trascendental, como indicaba el obispo de Coria-Cáceres, por la celebración en el Iglesia del Sínodo Universal, el Jubileo de la Encarnación del 2025, el Congreso vocacional de la Iglesia española del 7 al 9 de febrero de 2025 en Madrid.
También alertó sobre la sequía de las vocaciones: “Si no ponemos la carne en el asador todos, pues seguramente en poco tiempo no tendremos seminario en nuestra diócesis, que tampoco sería el fin, pero ciertamente sería una pérdida muy importante, del corazón y del motor de nuestra diócesis. Este año hay ocho seminaristas mayores, siete diocesanos y uno de los Esclavos. Son brotes verdes, ciertamente, pero no es suficiente”. la importancia de la oración y el impulso de la corresponsabilidad de los laicos “no pocas reformas importantes en momentos difíciles han venido de la mano de movimientos laicales”.
Mons. Jesús Pulido insistía en que este tiene que ser “un año de esperanza para todos”: “Este tiene que ser el año de la esperanza, de creer en nosotros mismos, de creer que este es el momento que Dios nos ha asignado y de apostar por nuestra diócesis, dejando atrás dificultades que podamos tener, dudas que nos puedan abordar, diferencias a veces entre nosotros y unirnos para que el Evangelio llegue hasta el último rincón en esta diócesis y haga de nosotros la comunidad de hermanos que caminan junto hacia el reino prometido”, sentenció el obispo.
Además, anunció su intención de realizar una visita pastoral al menos a dos arciprestazgos de la diócesis. “Ya no será como la que he realizado hasta ahora, esporádica y donde me han llamado, sino sistemática y viendo la realidad de la Iglesia nos puede ayudar también a vislumbrar entre todos la mejor organización y el mejor futuro para nuestra diócesis”, apostilló.
Durante el acto, se presentaron el nuevo Plan Pastoral de la diócesis para el 2024-2029 y las líneas centrales de trabajo para el curso 2024/2025, propuestas por el Consejo Diocesano de Pastoral. El Consejo Diocesano de Pastoral, en colaboración con la Vicaría de Evangelización, ha trabajado en una serie de propuestas concretas que buscan responder a las necesidades de la Diócesis en el contexto actual y amparadas por las indicaciones del Sínodo diocesano. También se comunicaron las fechas más importantes de la agenda diocesana.
Martín Chapinal quiso hacer un homenaje a Jesús Moreno Ramos, anterior Vicario de Evangelización y Pastoral y secretario General del Sínodo Diocesano, recientemente fallecido: “sobre todo por su estilo, sus maneras, su trabajo a lo largo de tantos años en favor de nuestra diócesis”.
Además, Ramón Piñero presentó la guía de buenas prácticas con los criterios de actuación básicos para la protección de menores y adultos vulnerables de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz y recordó que se irán presentando en todas las parroquias y arciprestazgos, así como en los encuentros de los distintos agentes de pastoral.
También intervino el responsable de la diócesis, Miguel Ángel González Sáiz en el Sínodo de los obispos, para que todos los cristianos, en grupos y parroquias, convoquen actos de oración durante este mes de octubre, del 2 al 27, para pedir a Dios por el éxito de esta segunda asamblea sinodal.
La apertura contó con la participación de párrocos, miembros de los consejos pastorales de las parroquias de la diócesis y numerosos fieles, quienes se unieron en un ambiente de reflexión y esperanza para el nuevo año pastoral que comienza.