Queridos hermanos y hermanas de las parroquias de Cañaveral y Portezuelo. Con mucha alegría me dirijo a ustedes por primera vez, agradeciendo al Señor que me concede la gracia de comenzar mi ministerio pastoral en medio de estas comunidades.
Llego con un corazón abierto y disponible, dispuesto a servirles. No vengo con grandes proyectos personales, sino con el deseo de compartir con ustedes el camino de la fe, de aprender de su vida y de dejarnos guiar juntos por el Espíritu Santo.
La Iglesia nos recuerda que todos somos peregrinos: caminamos hacia el encuentro definitivo con Cristo, sosteniéndonos unos a otros, animándonos y creciendo en la esperanza. Yo quiero recorrer con ustedes este tramo del camino, apoyándome en sus experiencias y ofreciendo lo poco o mucho que el Señor me ha confiado.
Mi mayor deseo es que nuestras comunidades sean un lugar donde todos se sientan acogidos, escuchados y acompañados. Estoy aquí para servir, para caminar junto a ustedes, para celebrar con alegría nuestra fe y para sostenernos mutuamente en las dificultades.
Les pido que recen por mí, para que pueda ser un buen pastor según el corazón de Cristo. Yo también rezo por cada uno de ustedes y por nuestras parroquias, para que seamos siempre testigos de esperanza en medio del mundo.
Con cariño fraterno, me pongo desde ahora en sus manos y en sus corazones.
Les encomiendo mi ministerio naciente en Cristo, nuestro Señor, y bajo la protección de la Virgen María.
Gerardo Salomón Topolá