El pasado 11 de octubre, más de 200 personas del Arciprestazgo de Coria, entre ellas laicos, religiosos y sacerdotes, emprendimos una emotiva peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Fátima (Portugal). Ésta peregrinación tuvo un sentido muy especial, pues fue realizada también con el deseo de ganar el Jubileo concedido en el Santuario con motivo del año jubilar.
La jornada comenzó con un momento de oración en los autobuses, ofreciendo el camino y las intenciones de todos los peregrinos a la Virgen María.
Ya en Fátima, visitamos Aljustrel, el pueblo natal de los tres pastorcillos, donde pudimos conocer y rezar en las casas de los santos Francisco y Jacinta Marto y de la sierva de Dios Lucía.
Uno de los momentos más profundos del día fue la celebración de la Eucaristía en la Capilla de la Muerte de Jesús, en la Basílica de la Santísima Trinidad, presidida por nuestro obispo, Don Jesús. En su homilía, compartió con emoción que era la primera vez que visitaba Fátima, agradeciendo al Señor y a la Virgen la oportunidad de hacerlo acompañado de su comunidad diocesana. Nos invitó a vivir con una fe confiada y sencilla, como la de los pastorcillos, y a acoger la gracia jubilar como un “signo de renovación interior y comunión eclesial”. Asimismo, destacó de manera especial la figura de la Virgen María como intercesora, recordando que “ella siempre nos conduce a su Hijo y nos enseña a mirar el mundo con los ojos de la fe y la misericordia”.
Después de la comida fraterna, los peregrinos disfrutaron de la visita a los distintos lugares del Santuario, incluyendo los museos, la explanada, la basílica antigua y la Capilla de las Apariciones.
El broche de oro de la jornada fue el rezo del Santo Rosario en la Capilla de las Apariciones, seguido de la procesión de las antorchas, un momento de profunda emoción y oración compartida bajo la mirada de la Virgen.
Con el corazón lleno de alegría, gratitud y paz, regresamos a España en torno a la medianoche, conscientes de haber vivido una verdadera experiencia de fe y gracia jubilar.
Que Nuestra Señora de Fátima siga acompañando y fortaleciendo el camino de nuestro arciprestazgo y de toda nuestra diócesis.
